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Maurilio Suárez

La unción de Jesús

Una de las escenas más memorables de los Evangelios es la cena entre Jesús y Simón, el leproso (Mt 26, 6-13).


Una mujer llamada María se acerca a Él y vierte sobre su cabeza un frasco entero de un caro aceite perfumado.

Esto perturba a los discípulos, porque dicen que es un desperdicio de dinero. ¿Por qué María usó este costoso aceite para ungir a Jesús?


Un ritual de devoción

Los lectores bíblicos están muy familiarizados con el término Mesías (el Salvador o Redentor). Pero no todos saben que el origen de esta palabra es hebreo. En el antiguo Israel, los reyes eran coronados con aceite derramado sobre sus cabezas.


Este ritual sagrado se llamaba meshija (משיחה) o unción.

Debido a esto, en aquel entonces el rey era llamado el mashiaj (משיח) o el ungido.


Esperando la llegada del rey

Como todos los judíos, María esperaba con fervor la llegada prometida del rey redentor, descendiente de David. Mientras cenaban en casa de Simón, el leproso, en Betania, ella derramó sobre la cabeza de Jesús un frasco entero de un caro aceite perfumado. María sabía que debía hacer esto para que Su destino mesiánico pudiera cumplirse. Solo el aceite más preciado, perfumado con nardo, sería el adecuado para ungir al hijo de Dios.


María se empoderó e hizo, sencillamente, lo que nadie más tuvo el valor de hacer: proclamar a Jesús de Nazaret como el Mesías.


Mucho más tarde, la palabra hebrea mesías se convirtió en la griega christos, y los seguidores de Jesús fueron llamados cristianos.



Fuente:

Israel Institute of Biblical Studies

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