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¿La organización semanal proviene de la Biblia?

En la actualidad damos por sentado que las semanas son de siete días, pero esta idea de que los humanos organizaran su tiempo en períodos de siete días no siempre fue compartida universalmente.

Distintas culturas antiguas tuvieron semanas de seis o diez días.

Entonces, ¿cómo y cuándo el séptimo día se convirtió en el día sagrado de Israel? ¿Es necesario buscar una explicación diferente?



Del propio Creador

En Génesis 2, el séptimo día se convierte claramente en el sello divino de la creación. Un día sagrado de descanso, el día santo de Dios. En los siglos venideros, se le ordena a Israel convertir este día en el centro de su existencia, la marca de su pacto con Dios y «un monumento conmemorativo de la obra de la creación». El profundo significado profético del séptimo día proviene del mismo Creador.


Una era mesiánica

Además, las canciones que se entonan en los hogares judíos los viernes por la noche se refieren no solo al Shabat como el día de descanso, sino también como ese glorioso momento en el que, con el Mesías, toda la creación encontrará descanso. Según la tradición judía, seis milenios de historia culminarán con el séptimo milenio de descanso: la era mesiánica (comenzando en el año hebreo 6,000).


Gramaticalmente, la palabra שַׁבָּת (Shabat) está relacionada con palabras como «cesar» y «descansar», por eso cada semana el Shabat se convierte en un atisbo de lo que sería la era mesiánica.


Fuente:

The Israel Institute of Biblical Studies

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